Oradea
Oradea o Gran Varadino es una ciudad actualmente ubicada en el condado rumano Bihor, de la región del Banato, Rumania (previamente parte de Hungría desde antes del año 1000 hasta 1919). Oradea es una de las ciudades más prósperas de Rumania.
La ciudad está ubicada cerca de la frontera húngara al lado del río Crişul Repede (Sebes-Körös en húngaro).
Desde la funcación del Reino de Hungría en el 1000, por el rey San Esteban I de Hungría, este asentamiento fue uno de los más representativos de la zona. Su primera mención histórica fue bajo el nombre de Varadinum (en latín) a comienzos del Siglo XI cuando existía una fortaleza de murallas de tierra. Fue el rey San Ladislao I de Hungría quien fundó un monasterio en el lugar del castillo que ha sobrevivido hasta la actualidad. A este monasterio mudó el rey entre 1083 y 1095 a la diócesis de Bihar. Fue en este mismo lugar religioso donde el rey húngaro fue enterrado a su muerte. Según la leyenda, para el momento en que fue santificado Ladislao, bajo el reinado de Bela III de Hungría, los embajadores papales quedaron completamente convencidos de su santidad al ver sobre su tumba en Oradea el resplandor de dos luces rojas muy brillantes en 1192. A partir de este momento el asentamiento se convirtió en uno de los lugares de peregrinación más famosos del reino húngaro.
La fortaleza de Oradea, cuyas ruinas todavía se conservan, fue mencionada en 1241 por el obispo húngaro Roger de Apulia, a propósito de reparaciones que debían realizarse para prevenir ataques de los tártaros contra la ciudad, la cual fue severamente dañada luego de la invasión. De esta forma, será el rey Bela IV de Hungría quien la restaurará, junto con las demás principales ciudades del reino, y construirá un sistema defensivo de castillos a lo largo de las fronteras.
El 20 de mayo de 1390 el rey Segismundo de Hungría y su esposa la reina María I de Hungría hicieron erguir una estatua colosal de San Ladislao cubierta en oro frente al monasterio. La estatua fue hecha por los hermanos Kolozsvári por ordenes del obispo de Várad, Juan Czudar. Décadas más tarde Janus Pannonius y su tío Juan Vitéz fueron canónigos en esta ciudad entre 1445 y 1465. Posteriormente en 1474 Ali, el comandante turco otomano de Szendrő avanzó con sus ejércitos sobre la ciudad, pero no pudó tomar el castillo. Luego de esto la fortaleza fue reforzada aún más. Sin embargo, propiamente, fue solo en el siglo XVI que la ciudad inició su crecimiento como área urbana.
En 1514 un ejército de campesinos asedió la ciudad en vano, pues no pudo tomarla. Tras la derrota en batalla de Mohács en 1526, el reino húngaro cayó en crisis, pues no solamente lso turcos otomanos invasores habían vencido a los húngaros, sino que también el rey Luis II de Hungría murió en la batalla y el trono quedó vacío. El conde húngaro Juan Szapolyai se hizo coronar rey, pero al poco tiempo el príncipe germánico Fernando I de Habsburgo reclamó sus derechos por haber tomado a la hermana del fallecido rey, y también fue coronado. Surgieron entonces dos anti-reyes, quienes condujeron una batallas tras otra por el control del Estado. En 1538 los dos anti-reyes firmaron la paz en Oradea, pero los conflictos terminaron agravandose, pues el reino húngaro se dividió en tres partes: Una occidental bajo el poder de los Habsburgo, una central en las manos del Imperio Otomano, y una oriental en al forma del Principado de Transilvania, a la cual pertenecía Oradea. El Principado transilvano estuvo controlado por los nobles húngaros que se resistían a permitir que los germánicos tuviesen la corona del reino y controlasen territorios en el oeste. En 1556, el príncipe Juan Segismundo Szapolyai de Transilvania, hijo del fallecido Juan Szapolyai se decidió a recuperar la ciudad de manos germánicas en las que había caído poco tiempo antes, por lo que su comandante Tomás Varkoch la asedió y ocupó exitosamente. A consecuencia del asedio el castillo recibió enormes daños quedando casi totalmente destruído. Pronto reconstruído, fue asediado por los ejércitos turcos en 1598, pero tras fallar se retiraron.
El 27 de octubre de 1613 en medio de un inestable clima político el Príncipe Gabriel Báthory de Transilvania fue asesinado en las inmediaciones de la ciudad, tras lo cual al poco tiempo fue sucedido por el conde húngaro Gabriel Bethlen, uno de los más ilustres gobernantes de Transilvania. El 6 de junio de 1660 murió en Oradea el Príncipe Jorge Rákóczi II de Transilvania luego de haber recibido heridas mortales en la batalla de Százfenes contra los turcos. En ese mismo año, el 14 de julio el pachá turco Ali puso bajo asedio a Oradea, y consiguió ocuparla el 28 de agosto. En los siguientes años la nobleza húngara intentó liberar a Oradea del control otomano, pero no lo consiguió: primero Ladislao Rákóczi en 1664, y posteriormente Luis Bádeni en 1689.
Mientras tanto el 15 de octubre de 1685 el pachá recibió al conde Emérico Thököly en Oradea, quien pretendía derrocar a los Habsburgo para recuperar el reino húngaro y reunificarlo bajo su figura. Sin embargo, los ejércitos germánicos avanzaron sobre Hungría en 1686 y liberaron la ciudad capitán de Buda, que se hallaba bajo control otomano. Pronto las fuerzas católicas fueron marchando sobre los territorios orientales, expulsando a los turcos definitivamente, luego de haber ocupado el reino por más de un siglo. En 1692, el general germánico Sigbert Heister consiguió liberar a Oradea de poder otomano y quedó bajo el control de Leopoldo I de Habsburgo, quien era, aparte de emperador germánico, rey húngaro y rey bohemio.
Luego de que Hungría fue reunificada bajo el poder de los Habsburgo, éstos se esforzaron por remodelar ciertos asentamientos abandonados durante las guerras cotnra los turcos. De esta forma, en los años 1700 el ingeniero vienés Franz Anton Hillebrandt, planificó la ciudad en el estilo barroco y a partir de 1752, muchos de los sitios de interés actual empezaron a ser construidos. Entre ellos se encuentra la Catedral Católica-Romana, el arzobispado, y el Muzeul Ţării Crişurilor (Museo del País de Criş).
Después de la Primera Guerra Mundial en 1919, Hungría fue despojada del 70% de sus territorios, entre los cuales la región de Transilvania pasó a formar parte de Rumania. Se tiene conocimiento que el gobienro soviético rumano condujo una campaña de rumanización bajo la cual eliminaron numerosos monumentos que ligaban a la ciudad con Hungría, reemplazandolos por otros nuevos de diferente connotación.
La arquitectura de Oradea es una mezcla entre las construcciones de la era comunista, principalmente en los distritos externos y de hermosas construcciones históricas, principalmente en estilo barroco, vestigios de la época en que la ciudad formaba parte del Imperio Austrohúngaro.
Durante la era comunista y en los primeros años de la era post-comunista, muchos de estos edificios sufrieron degradaciones, pero a partir de 2002, con el estallido económico de Rumania, estas edificaciones han sido restauradas. En la actualidad, la ciudad posee edificaciones históricas en muy buen estado.
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